El Centro de Ética Aplicada analiza los procesos sociales que contribuyen a la deslegitimación de la violencia y a la construcción de culturas de paz sostenibles.
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El Centro de Ética Aplicada (CEA) estudia conflictos sociales, especialmente aquellos de motivación política, que se expresan violentamente. El conflicto es inherente a la convivencia entre personas y grupos, pero la perspectiva ética que adopta el CEA subraya que existen modos de gestionarlos que son constructivos o destructivos, incluyentes o excluyentes y que, aunque la violencia se normalice socialmente, esta no es ni inevitable ni deseable. Es, por el contrario, profundamente injusta.
El equipo de investigación de la línea de Conflictos y Paz analiza procesos sociales que contribuyen a la desnormalización y deslegitimación de la violencia y a la construcción de culturas de paz sostenibles. Con este fin, estudia el papel que juegan distintos actores, las propias víctimas de la violencia, los/las ex-militantes de grupos armados que han renunciado al uso de la violencia, los sectores pacifistas, la ciudadanía en general, las autoridades políticas, los medios de comunicación y los/as educadores/as.
El equipo ha desarrollado investigaciones en lugares como el País Vasco, Colombia, México, Serbia y El Salvador. Su trabajo adopta un enfoque interdisciplinar en el que convergen la ética aplicada, la filosofía política, la sociología política, la antropológica social y cultural, la psicología cognitiva y discursiva y la educación.
La perspectiva de género que incorpora progresivamente en su trabajo constituye un eje transversal del contraste interdisciplinar.
Sus proyectos giran en torno a dos temáticas principales: